Conocer al cliente como paso previo al asesoramiento

En Calvo y Munar pensamos que un asesoramiento personalizado no tiene precio. Esto es exactamente lo que llevamos comprobando más de 100 años y es el principal protagonista de este ejemplo.

A mediados del pasado mes de febrero visitó una de nuestras tiendas un matrimonio. La pareja tenía la idea de adquirir una cerámica, por la que en un principio preguntaron y consultaron el precio.

Sin embargo, nuestros profesionales pidieron a estas personas más información acerca del empleo de este producto. El objeto de estas cuestiones no era otro que ofrecer un artículo lo más afín posible a la idea con la que habían llegado en la tienda.

En este sentido intentamos conocer qué iban a hacer con esta cerámica, para qué estancias era, cuáles eran sus gustos, así como quién sería la persona que emplearía estos era necesario para conseguir la conformidad con nuestro servicio de asesoramiento.

La charla fue distendida, siempre buscamos orientar desde la cercanía y la experiencia que nos han dado los años, y se prolongó durante dos horas. Durante este tiempo fuimos conociendo cada vez más las necesidades de estos clientes.

Finalmente les presupuestamos dos baños de esta cerámica que buscaban al llegar a la tienda, sanitarios, griferías, mamparas y todo lo necesario para una remodelación completa de estos espacios de su hogar.

Pasado un día la pareja aceptó el presupuesto y abonó el pedido, por lo que los trabajos no tardaron en iniciarse. Un proceso rápido y muy personalizado por el que nos ganamos la confianza de estos clientes, quienes nos comunicaron haberse sentido respaldados, comprendidos y escuchados en todo momento. Palabras que nos reconfortan, pues son sinónimo de un trabajo bien hecho y que se podría resumir en un solo término: Satisfacción.